El Ojal de Diamante es una puntada decorativa que forma una figura de rombo o diamante mediante puntadas rectas que irradian desde un agujero central. Su principal característica es su dualidad: puede trabajarse como una puntada de hilos tirados, donde la tensión del hilo abre la trama de la tela para crear un efecto calado, o como una puntada de superficie sobre telas de trama regular como el cañamazo, donde crea una textura en relieve sin calado. Esta versatilidad la hace ideal tanto para rellenos delicados en whitework como para patrones texturizados.
Esta puntada tiene una presencia histórica notable, destacando especialmente en el bordado tradicional de Islandia. Conocida allí como augnasaumur («puntada de ojo»), su uso se remonta probablemente a mediados del siglo XVI, alcanzando gran popularidad durante los siglos XVIII y XIX para cubrir por completo grandes superficies de textiles domésticos como colchas y fundas de cojín. Su influencia no se limitó a Europa; se han encontrado ejemplos en un corpiño femenino del sur de la India del siglo XIX, hoy conservado en el Victoria and Albert Museum de Londres, lo que demuestra su amplia difusión y adaptabilidad cultural.
El Ojal de Diamante se identifica visualmente por:
Gracias a su versatilidad, esta puntada se puede emplear de múltiples maneras:
Para rellenar un área de manera eficiente, es más lógico trabajar en hileras, completando primero la mitad de cada diamante y luego la otra mitad en el viaje de vuelta.
Los puntos relacionados son aquellos que comparten una estructura similar o se utilizan de maneras similares, pero no necesariamente se desarrollan uno a partir del otro. Tienen características en común, como la manera en la que se forman, el tipo de uso o el tipo de movimiento que requieren. Un ejemplo serían el punto de cadeneta y el punto de cadeneta torcida. Ambos puntos tienen una estructura de cadena, pero no es que uno provenga del otro, simplemente son variantes de un concepto común.
Los puntos derivados, son aquellos que evolucionan directamente de un punto base. Es decir, un punto derivado es una variación o evolución de un punto original. Este punto se modifica para crear un nuevo punto con características propias. Por ejemplo, el punto atrás puede ser el punto base, y de él derivan el punto de cadeneta con punto atrás o el punto de rejilla con punto atrás. Aquí, el punto atrás es la base que se modifica para crear variaciones nuevas.