El bordado de Hilos Tensados o Pulled Thread, es una técnica de bordado donde los hilos de la tela base se estiran o se tensan mediante puntadas específicas para crear patrones geométricos o texturizados. A diferencia de otras técnicas, no se extraen o cortan los hilos de la tela base; en su lugar, los hilos se manipulan para formar aberturas y texturas que dan un efecto decorativo y tridimensional.
Los puntos normalmente se trabajan en una tela de tejido uniforme relativamente abierta para que los puntos separen la tela para crear un patrón de agujeros (los agujeros pueden parecer perforados en la tela, de ahí el nombre alternativo del trabajo de perforación). Los puntos forman un patrón que llena un área o se usan como puntos aislados.
Esta técnica tiene una rica historia, especialmente en Europa, donde era común en los bordados de ropa de hogar y alta costura de siglos pasados. Fue muy utilizado en la época medieval y renacentista, y su popularidad se mantuvo en la creación de piezas decorativas hasta el siglo XIX. Se encuentra en diversos textiles antiguos, especialmente en ropas de mesa y manteles, y se usaba para demostrar habilidad en el bordado debido a su precisión.
El bordado de Hilos Tensados es muy popular en la creación de elementos decorativos para el hogar, como manteles, servilletas, cortinas y toallas. También se utiliza en detalles decorativos de ropa y accesorios, especialmente en prendas que requieren un acabado delicado y elegante.
En la actualidad, el bordado de Hilos Tensados o Tirados se adapta a diseños más contemporáneos, aplicándose en proyectos de arte textil moderno y decoración de interiores. También se combina con otras técnicas de bordado y texturas, lo que permite crear efectos visuales y táctiles innovadores en piezas únicas.